Antes de Adoptar

ANTES DE ADOPTAR

 

¿Por qué se abandonan animales?

     España es uno de los países con tasas más altas de abandono de la Unión Europea, y muchos de estos abandonos se podrían haber evitado si hubiese habido una reflexión adecuada antes de decidir llevar un animal a casa.

     Según la Fundación Afinitty , se abandonan 16 animales de compañía cada hora en nuestro país. Algunos de los motivos que las personas alegan para el abandono de un animal son : embarazo, separación, alergia, mudanza, cambio de trabajo, suelta pelo, ladra, se hace pis, raya el parquet, ha crecido, no puedo atenderle
debidamente, está enfermo y un largo etcétera.

     Si deseas compartir tu vida con un animal, la adopción y no la compra es la opción más ética y responsable. Si adoptas un animal, no sólo le ofreces una oportunidad, si no también salvas a otro animal de las calles que pasará a ocupar la plaza del perro o gato que ha entrado en tu hogar, y además no contribuirás con la industria de la venta y explotación de animales de compañía.

     Pero antes de adoptar a un animal, debes de hacerte unas preguntas y tener claro que quieres y puedes tenerlo hasta el fin de sus días, y esta decisión va a conllevar algunos cambios en tu vida. Adoptar es un acto de generosidad y de responsabilidad.


Tómate unos minutos y reflexiona ante estas preguntas:

¿Vas a poder comprometerte con esa responsabilidad los años que viva tu animal?

      El perro o gato será uno más de la familia, y hay que darle los cuidados y amor que necesita. Necesitará tiempo, atención, visitas al veterinario, paseos y paciencia.

¿Y las vacaciones?

     Aunque cada día hay más sitios que admiten animales, hay que reservar con mucho tiempo y supone un sobrecoste. Otra opción son las guarderías y residencias de animales implican un coste y siempre hemos de visitarla y asegurarnos que es legal, ver qué condiciones reúne, cuantas veces pasean los animales, visita previamente las instalaciones, sería conveniente que llevases previamente al animal para que se familiarice con el lugar y con las personas que van a cuidarle, así la separación será menos traumática. O sino, se puede dejar al animal con un familiar o amigo de confianza, donde el animal pueda estar como en casa.

¿Es ahora el momento?

     No siempre es un buen momento para asumir la responsabilidad del animal en casa. Y no sólo por motivos económicos, así que piénsalo muy fríamente, porque hay algunas circunstancias que aconsejan esperar un poco:

          • Estas embarazada o tienes niños menores de seis años y te falta tiempo.

          • Estás estudiando y vas cambiando de sitios.

          • Estás en la Administración, el ejército u otro cuerpo que supone traslados.

          • Por tu trabajo ahora viajas mucho.

          • En casa no hay acuerdo general, o el ambiente familiar no es del todo relajado.

     La tenencia responsable también implica el inicio responsable de la convivencia, no lo olvides.

¿Tu forma de vida es adecuada para ese animal?

     Elegir un animal por su apariencia física o por su tamaño es un error, lo más importante es su carácter. En general cuanto más pequeño, es más activo y ladrador y cuanto más grande más tranquilo. Al pequeño tendrás que sacarlo más veces al día. Si viajas mucho puedes pensar en un perro muy pequeño o en un gato, si quieres asegurarte de que pueda ir en cualquier medio de transporte. Lo mejor es que te dejes asesorar por los miembros de la protectora, para nosotros lo más importante es una buena adopción.

¿Puedes tenerlo donde vives?

     Antes de empezar a buscar un animal, pregunta si donde vives se admiten animales o si hay alguna restricción al respecto (perros no pero gatos sí, etc.). Si tu vivienda es de tu propiedad revisa los Estatutos de la Comunidad, si estas en alquiler revisa las cláusulas de tu contrato, así evitarás sorpresas desagradables. También es importante verificar que nadie en la familia sea alérgico o asmático.

¿Te ves capaz de afrontar los problemas que puedan surgir?

     Problemas de comportamiento, enfermedades, pareja a la cual no le gusten los perros o gatos, divorcio, cambio de casa a una más pequeña…

¿Puedes mantenerlo?

     El tener un animal de compañía en condiciones implica unos gastos: unos fijos (comida, vacunas, correas, collares, juguetes, desparasitaciones…) y unos posibles (adiestramiento, atención veterinaria por enfermedad o accidente, guardería…) Es importante que antes de adoptar te informes de los posibles gastos y que pienses si puedes afrontarlos.

¿Tienes tiempo para él?

     A los animales hay que atenderlos, ponerles la comida y el agua, sacarlos, llevarlos a hacer ejercicio, pasar un rato con ellos, y eso cada día, durante todos “sus” días, y no entienden de frío, lluvia, días festivos o vacaciones.

¿Estás seguro que quieres un animal a tu cargo?

     Recuerda que es un ser vivo, que siente y tiene unas necesidades. No es un juguete ni un objeto.

 

Si alguna de tus respuestas es NO, pero sigues queriendo ayudar a un animal, tal vez puedas plantearte APADRINAR uno.

 


RECUERDA ANTES DE ADOPTAR

          • Acuerdo previo de todos los miembro que van a convivir con él.

          • NO regales un animal por sorpresa a nadie (da igual la edad del sorprendido).

          • No vayas con ideas preconcebidas: déjate asesorar por los cuidadores del refugio, ellos conocen a cada animal y pueden asesorarte sobre su carácter y su comportamiento.

          • Los cachorros no siempre son la mejor opción, su edad sólo garantiza empezar de cero, y requieren de mucho tiempo y paciencia. Los animales adultos tienen su carácter formado, son   fáciles de entrenar y podrás ver sus reacciones con otros animales, niños…

          • No le lleves un animal por tu cuenta a alguien que acaba de perder el suyo; esa decisión es personal y cada persona necesita un tiempo para superar su pérdida.

          • NUNCA lleves un animal “porque lo piden los niños”. Los niños no le van a sacar a primera hora de la mañana, ni a última hora de la noche ni una larga lista de etcéteras. Piensa que todos tenéis que querer convivir con el animal.

          • No aproveches fiestas concretas para cogerlo (Reyes, cumpleaños…) ni lo prometas a tus hijos como “premio por…”, porque lo convierte en “el regalo de” y no es un objeto como una     bicicleta, e inconscientemente no lo respetarán nunca como el ser vivo que es.

 

“Un animal es una responsabilidad que deberá prolongarse durante todos los años de su vida” y muchos de estos “animales que son comprados o regalados en Navidad terminan en la calle, muriendo de hambre y frío o atropellados, cuando se podría evitar perfectamente”.